“Sólo ellas se entienden a sí mismas y a los parecidos a ellas, tal como sólo las almas entienden a las almas.”
Hablaba de las estrellas, Walt Whitman, se refería a ellas. Cada una con sus formas, sus luces y sus maneras de dejarse ver según la noche.

viernes, 27 de mayo de 2011

13.

-Hace mucho que no escribis.
-Es que escribo cuando mis niveles de histeria estan tan altos que ya no me soporto, me vuelvo verborrágica.

Mil veces no debo. Mierda, si que es difícil!
Pero a ver explicame una cosita, el hijo de puta de tu muerto te manda un mail sin un contenido válido que lo justifique después de la separación de mierda que tuviste y a vos te descajeta la vida. Cómo enfrentas eso? Con qué cara? Después llegas al laburo y te preguntan si te sentis bien, y vos respondes lo mismo siempre. No, nada…estoy dormida.

Pero no, a mi que soy tan independiente, que viajo a dónde quiero, a mi, pseudo mochilera, a mi que nadie me presta plata, que nadie me dice cómo lavar mis bombachas. No, de ninguna manera, de ninguna manera le permitiré que vuelva a romper estructuras tan sólidas como las mias. Me quitará el sueño de vez en cuando y algunos kilitos de por acá y otros de por allá, cosa que no vienen mal. Pero nada de futuras desiluciones. Cerrado. Nos mudamos. Abrimos otra sucursal. Firma: Oliverio y Paula.

-

Es patetico comer a esta hora un viernes, Oliverio.
Pero esperá, ya son las ocho. Qué hicimos todas estas horas? Nada hicimos.
Comamos.

-Qué hiciste todo el día?
-Uff miles de cosas hice, limpie el baño, me anoté para la lavar la ropa, leí. La verdad que fue un día productivo, tranqui.

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Te recomiendo una peli, Copia certificada.
 Tene cuidado, es fácil convertirse en una.
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A ER le gusta tu album de perfil.

Mi album, no mi foto, ni mi comentario. Le gusta todo mi album de perfil. Le gusta mi perfil. Mi coté, mi pelo, mi cara, mi ingenio, mis paisajes, mis calidad fotografica. Decime vos que sabes de estas cosas Tuya, si no es esto, qué es lo que quiere.
Te das cuenta, otro que tambien quiere joderme la vida.

No nena, nada de todo eso. Simplemente es un histérico.

-

-Ví luz y entre – me dijo.
Es un Pelotudo, pensé.

Igual seguimos hablando. Me invitó a tomar unas birras por ahí.
Le dije la verdad, que estoy cansada.

Cansada de estas cosas. Conozcamonos, demosnos el primer beso, hagamos el amor por primera vez, te charlo de mi familia, te observo, te conozco, te cuento mis proyectos y mis miedos, te culpo de novios pasados.
No, del solo hecho de pensarlo me cansa.
Si, estoy cansada. No le mentí.

miércoles, 4 de mayo de 2011

12.

Sobredosis de Boda Real.

Mi vida se parece a una novela mexicana me dijo Chana, y me dí cuenta de que la de todas se parece un poco. Son divertidas, son dramáticas, y a las mujeres nos gustan las cosas dramáticas. Y la que dice que no, y se hace la simple, se deja de joder! Nunca hay nada simple en la vida de una mujer, en todo caso somos prácticas, y solamente, para algunas cosas.
La novela comienza con un enredo amoroso del estilo grupos de amigos, que con los años forman parejas, se deshacen y se vuelven a formar de manera azarosa.
Levante la mano quien no tiene una para contar. Parecen cotidianas y hasta muy en el fondo, nos pone colorada saber que todas estuvimos con el mismo flaco.
A Chana le gusta un chico que tiene rulitos, baila salsa y esta casado con una chica, que tiene un amante. Así lo describió cuando indagé sobre el sujeto en cuestión. Pero esta casado, pero ella tiene un amante, repitió varias veces y finalmente, concluyó, pero ella tiene un amante.
Se conocen desde años, primero me casé yo, después se caso él, más tarde me separé… y, todas sabemos que él nunca se va a terminar de separar.
Chana no quería una novela mexicana, Chana quería un simple cuento de hadas.

El insomio era una época pasada en mi vida desde que logré superar al muerto. Pero parece que anoche el insconsciente me jugo una mala pasada.
Me desperté y sabía que no era momento de comenzar mi día, dí vueltas en la cama sin encontrar mi lugar hasta que, resignada, me levanté, me preparé unos mates como cualquiera de mis buenos días, aunque todavía este no lo era, y enroscada en mi frazada y acurrucada en el sillón, prendí la tele. No tuve demasiadas opciones, el destino me decía que a miles de km se celebraba una boda y yo de alguna manera tenía que ser testigo de eso. La boda real invadía los canales, el principe y la princesa, el duque y la duquesa, los reyes, y erase una vez…y comieron perdizes, y nunca se sabrá si realmente fueron felices para siempre.

¿Boda Real? ¿O una Real Boda?

Casulamente, o no, esta semana en el trabajo aconsejabamos a una amiga, sobre cómo decirle que no, a la propuesta de matrimonio que se aproximaba en su cuarto aniversario de noviazgo. Asi es leyeron bien, aconsejamos sobre cómo sutilmente decir “No, gracias, paso”.
Quisimos ayudar pero la realidad es que no habia una buena manera de decir no. El momento se acercaba, pero no sabía si estaba lista. Sabía lo que no quería; no quería principes y princesas o duques y duquesas, así como tampoco quería sentir el deber de tener que cumplir con un protocolo de ofrecer o proponer.
Al día siguiente llego algo aflijida confensando que sus ansias y la angustia no le habian permitido esperar hasta el sabado por la noche. Por lo cual así como quien dice la cosa, mientras cenaban, hacian zapping y charlaban sobre qué tal había estado su día, le advirtió, a su todavía no prometido, que si se le ocurria proponerle matrimonio ya conocía la respuesta.
Nuestra amiga confesó que si bien sintió un gran alivio al escuchar “No gorda, quedate tranquila…”, simultaneamente unas cosquillas de desilución recorrieron su panza.

Uno de estos días caminando por las transitadas calles de Belgrano, escuchaba a mi querida Maria la del Barrio. “Estoy despertando de un cuento de hadas…”- dijo, y reaccioné. Un cuestionamiento sobre la monogamia le invadía sus pensamientos, consecuencia de una convivencia que lejos estaba de un castillo con principes y princesas.
Todo tiempo pasado siempre fue mejor, leí esta semana en mi libro de turno. Cuando jóvenes buscabamos relaciones para divertirnos y pasarla bien, de ahí surgieron tiempos maravillosos. Hoy buscamos el hombre de nuestras vidas para casarnos, tener hijos y blablabla.
En verdad busco mi cuento de hadas. Me fascinan los cuentos de hadas, por eso voy de uno a otro. Todavía no estoy lista para dejarlos atrás.
Busco amor, como cualquiera de ustedes, ese amor para toda la vida.  El problema es que me olvide de lo importante de pasarla bien, divertirme y de que estar sola, es también estar muy bien acompañada. 
Esa tarde Margarita, me retó; estas pensando como vieja, pero de vieja no tenes un pelo.
Y no tuve nada más para decir.